Tras una noche tranquila y clara, los arrendajos nos despiertan con sus trinos, las ardillas nos sacuden en las tiendas y nos desperezamos haciendo un poquito de Gimnasia, nos quitamos las arañas de los ojos y como liebres salimos del campamento en dirección a la cueva del Agua..
Tras una buena caminata nos zambullimos como patos en una guerra de globos y como buenos glotones atracamos la cocina para zamparnos las hamburguesas que nos tenían preparadas.
Tras un breve descanso cerramos la tarde con talleres y juegos, gymcanas y tiro con arco...
Un día más lleno de experiencias y aventuras
Y Esperando la noche cerramos esta nueva entrega...